Sorpresa, ¡esto merece la pena!

Más que un hotel, es un refugio con encanto. Las vistas de los Pirineos son impresionantes y el restaurante ofrece una experiencia gourmet que no puedes perderte. La atención es cálida y la limpieza es impecable. Ideal para desconectar de la rutina y disfrutar de unas vacaciones en un entorno natural inmejorable.

Desayuno con productos de calidad.

La atención al detalle en la decoración del hotel y la calidad gourmet de las cenas perduran en mi memoria. Disfrutar un té en el jardín con vistas a los Pirineos fue un momento sublime.

Logis ofrece una experiencia excepcional, comenzando por la atención al detalle que se percibe en cada rincón del hotel. La habitación que ocupé era amplia, decorada con buen gusto y contaba con un baño de calidad. El restaurante brinda una cena exquisita, preparada con ingredientes frescos por un chef gourmet, lo que la convierte en una imprescindible para los que buscan una buena comida después de un día de trabajo.

No había mini nevera en la habitación.

Las vistas desde la habitación son simplemente espectaculares, y disfrutar de una cena en el restaurante, con platos elaborados con ingredientes frescos, fue un verdadero deleite. La terraza panorámica es perfecta para relajarse después de un día de excursiones por la zona.

Almohadas demasiado finas.

Las vistas desde las habitaciones son impresionantes, y la distribución del espacio es muy buena para una estancia cómoda. Destaca también la calidad de la cena, bien elaborada y variada, ideal tras un día de excursiones.

No cambiaron las sábanas durante mis cinco noches, lo que no es ideal. La falta de una mini nevera en la habitación se siente, especialmente si quieres mantener bebidas frías o snacks a mano. Además, las almohadas eran demasiado finas para mi gusto, un detalle que podría mejorar el descanso.

el desayuno es de calidad, pero no hay mini nevera en la habitación.

La habitación amplia y cómoda, con vistas espectaculares a las montañas. La calidad del desayuno, con productos frescos y reposición constante, fue superior a mis expectativas. El trato por parte del personal, especialmente un camarero que hablaba español, resultó excelente.

La falta de una mini nevera en la habitación fue un inconveniente notable. Las almohadas eran demasiado finas, lo cual afectó mi descanso durante la noche.

Vistas impresionantes y buena comida

Las vistas desde la habitación son espectaculares y disfrutamos de una cena muy bien elaborada, con platos variados. La habitación era amplia y bien distribuida, perfecta para una estancia cómoda. Sin embargo, la falta de un mini bar en la habitación fue un inconveniente.

superó mis expectativas, con una habitación amplia y vistas espectaculares. volveré sin duda después de mi experiencia en bielle.

falta una mini nevera en la habitación.

Las vistas a las montañas son espectaculares, perfectas para disfrutar al despertar. La habitación era amplia y bien iluminada, ideal para una estancia cómoda. Sin embargo, la falta de un mini bar resultó incómoda, y las almohadas eran demasiado finas para un buen descanso. Además, la calefacción no funcionó adecuadamente en ocasiones, lo que afectó nuestra comodidad durante la noche.